El trayecto se nos hizo corto, pasamos por unos cuantos pueblos preciosos, se nos hizo muy entretenido. No podíamos creer que con lo bueno que había echo durante toda la semana nos pasara esto, cada vez hacia más aire, puede llover, helar pero el aire lo odio. Llegamos al restaurante Safari en Aldea del Fresno donde está situado el lago Serdie. Me baje del terrano y me fui a preguntar. Un chico nos atendió estupendamente muy amable fue, nos indicó donde estaba el puesto y por donde teníamos que entrar con el coche para descargar los trastos, puedes meterle para descargar y cargar después el coche a de quedarse en un aparcamiento donde por la noche se cierra y queda totalmente seguro. Nuestras miradas no podían evitar mirar el lago y por fin nos pusimos frente a el. Esta es una de las vistas de las que podíamos disfrutar
El lago Serdie cuenta con cinco puestos amplios y limpios, nosotros cogimos el número cinco, enfrente teníamos el puesto uno, dos y, tres y a la izquierda nos quedaba el puesto cuatro. A los pocos minutos llegó Sergio, el dueño del lago, un hombre muy agradable y amable, todas las dudas nos las aclaró rápido y nos explicó las limitaciones que hay en los puestos para echar las cañas y no molestar a los demás pescadores. Todas las limitaciones están señalizadas con balizas así no hay ningún tipo de confusión. Nos pusimos manos a la obra y empezamos a montar estábamos muy agusto salvo por el horror de aire que hacía. Nos vinieron a informar de que por la mañana había para desayunar churros y yo eso....no podía perdérmelo Jejeje, a parte de que el restaurante es genial esta pegado al lago y podemos disfrutar de unos buenos bocadillos, raciones, etc. Por fin estábamos instalados!!!! Ya estaban las cañas en acción!!!! 
. En uno de mis paseos para ver las orillas de nuestro puesto me quedé mirando fijamente en un punto en el cual vi salir unas burbujas un poco extrañas, me acerque y a los segundos apareció un preciosa común a menos de un metro mia, me quedé anonadada, ella miro de lado con ese ojo enigmático y yo atónita con los dos, no se asustó mi presencia no la importaba, cuando me moví, ella siguió despacito por la orilla y yo salí corriendo a por la sacadera....Raúl me miró con una cara ... Pensaría... Donde va esta loca corriendo con la sacadera....le dije... Corre!!!! Intentamos echarla mano pero nos gano!!! Desde ese momento ya no podía dejar de mirar en esa orilla. Fue pasando la tarde y Raúl tuvo una pequeña arrancada en una de sus cañas pero sin éxito. Poco a poco fue cayendo la tarde y decidí irme al restaurante a por algo de comer y que buen bocadillo de calamares nos comimos junto a unas salchipapas a pie de orilla Jejejeje. Cayó la noche y decidimos meternos en el refugio ya que la acampada está permitida, nos tumbamos en las camas y no parabamos de escuchar rugidos de animales increíbles, Sergio nos comentó que al lado a muy poco metros teníamos a los tigres del safari Madrid, fue una noche espectacular ya que estábamos siempre acostumbrados a escuchar croar a las ranas y algún búho. Sobre las dos de la mañana bajo un poco la intensidad del aire y a los pocos minutos empezamos a notar la presencia de las carpas, daban toques a las alarmas, nuestros ojos se abrían esperando esa arrancada tan ansiada. Estábamos cansados después de estar la toda la semana trabajando pero entre los toques que daban las carpas y la bilma que cada vez que escuchaba algo raro gruñia no nos pudimos dormír profundamente. Sobre las cuatro de la mañana por fin una de mis cañas se arrancó!!!! Cuando me quise dar cuenta ya estaba Raúl con la caña en la mano y la bilma sentada a su lado esperando al pez, me puse las zapatillas y salí, la carpa que aparentemente parecía majilla por la forma que tenía de tirar cada vez se iba arrimando más a las malezas y Raul decidió apretarla muy poquito pero con tan mala suerte que la carpa se soltó. Dejamos las caña en el tripo y entre algún juramento de los mios y el sueño que tenía decidí fumar me un purito de los míos y tomarme las cosas con calma pero me tumbe y hay se quedo la caña sin echar me quedé dormida abrazada a la bilma Jejejeje. Fue pasando la madrugada pero sobre las seis... Pipipi.. !!!! La caña de Raúl!!!! Salí detrás y me acorde de que yo tenía una caña sin echar, cogí la sacadera y fui ayudar a Raúl, la carpa era demasiado cabezona tenía mucha vitalidad y no había manera de meterla en la sacadera, junto a ella sacamos un cangrejo del americano. Esta fue la cabezona que no quería entrar.... 
Antes de acostarnos de nuevo volvimos a echar todas las cañas renovar cebos y a cambiar de estrategia, la caña que me había dejado son echar traía un bajo enganchado al mío fue estraño pensé que la carpa se podía a ver soltado por que mi anzuelo venia enganchado al otro que traía Nose podría a ver pasado cualquier cosa.... Pero la carpa pudo liberarse de bajo que seguramente traería enganchado esta vez las echamos a las orillas y el cambio no nos vino nada mal, a poco de echarlas una de las mías se lio!!! Pipipi!!!! Salí a por ella y carpin!!!! 
Sobre las nueve y media de la mañana bilma se lio a ladrar nos avisaba de que alguien se acercaba al refugio y efectivamente era Sergio, venía a preguntarnos que tal habíamos pasado la noche y que si queríamos desayunar que los churros y porras ya estaban listos ! ! Al ver la poca actividad que hubo el día anterior dejamos las cañas echadas y nos fuimos a desayunar tranquilamente. Sergio nos informó sobre el Safari Madrid los animales que había exhibiciones etc y decidimos cuando terminasemos las sesión irnos a verlo, nos fuimos otra vez al puesto y como no una copita de crema de orujo para hacer la digestión de los churros Jejejeje. 
. Fue pasando la mañana sin ningún movimiento así que decidimos comer y recoger pero... Al final comimos y siesta tocó... Jejejejeje se nos hizo un poco tarde para ir a ver el safari a si que recogimos con toda la tranquilidad del mundo... 
. En lo que Raúl recogía el refugio volví a ir donde había tenido el encuentro con la carpa y la volví a ver.. Fue increíble....no me lo creía que otra vez se dejase ver tan tranquila.... Llamé a Raúl y le dije que trajera la sacadera que estaba otra vez la carpa y la trajo y la cogió pero a la hora de sacarla...se escapo la lista Jejejeje. A si que al poco llego la hora mala la hora que a ningún pescador nos gusta la hora de marcharnos de ese bonito lugar, nos despedimos de Sergio y le dijimos que volveríamos pronto por su parte encantado y por la nuestra más todavía así que dicho y echo en unas semanas volveremos!!! 
. Por el camino paramos a ver unas trincheras de la guerra civil!!!! Espectaculares!!!! Hasta dentro de muy poco!!!!! 
Gracias a César Robledo, Sergio y a los empleados del restaurante Safari por una magnífica atención para las reservas del lago se pueden hacer en la tienda del Carpodromo no os lo perdáis!!!!!! 